CAJÓN "DESASTRE"
Poemas sueltos donde se tratan variopintos asuntos.
                 

Cuatro sonetillos a Fina

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Silente

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Como antes <<leer>>

In memoriam <<leer>>

Mayores <<leer>> Decepción <<leer>> Contigo <<leer>> La sencillez <<leer>> Aniversario <<leer>> Tres en uno <<leer>> Secuencias <<leer>> Brevedad <<leer>> El papel de la mente... <<leer>> La oscuridad <<leer>>

Al vino Marno

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Cuatro sonetillos a Fina

 

De nuevo me pide Fina

que le escriba alguna cosa,

y como ella es tan graciosa,

tan persuasiva y divina,

ya estoy metido en harina

escribiéndole una glosa

donde diga cosa hermosa

que suba su adrenalina.

Así que quiero decirle

lo mucho que yo la admiro

por verla siempre contenta,

a lo que habrá que añadirle,

que es hermosa cual zafiro,

gustosa como pimienta.

 

Y escrita la introducción

presto les puedo contar

de esta mujer singular

sus cuitas y su aflicción

después del gran coscorrón

que se dio en el Pinatar

por irse allí a descansar

buscando su curación.

 Vino algo perjudicada

de la cabeza a los pies

por culpa de aquel porrazo,

y así anduvo mareada

hasta que días después

alguien le diera un abrazo.

 

No sé bien quién pudo ser,

si fue la Virgen o algún santo

mas como por un encanto

se acabó su padecer,

pues siempre al amanecer

antes de entonarse el canto

ella cambiaba su llanto

por lágrimas de placer.

Y otra vez tan pizpireta

se va contenta a la calle

cuando necesita hacerlo.

Hasta después de noventa

Dios quiera que no nos falle,

y todos podamos verlo.

 

Así que otra vez este año

te vengo a felicitar;

mas no vayas a pensar

que con esto yo te engaño,

antes bien, como oro en paño

bien que yo pienso guardar

los versos, que tras pensar,

como puedo los apaño.

Feliz, feliz en tu día,

que decían los payasos

cuando uno era muy pequeño,

y qué bien me sentiría

si en estos versos escasos

vieras cumplido algún sueño.

 

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Silente

 

Con pasos silentes llega,

se aproxima,

se esconde,

se interesa.

Nosotros, ajenos a la situación,

seguimos en nuestro mundo

sin saber

que ya no es nuestro

sino que lo compartimos, a nuestro pesar,

con la de pasos silentes,

la que se aproxima,

la que se esconde,

la que se interesa sin tener en cuenta tu interés.

 

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Como antes

 

¡Cuánto amor y cuánta fe!

Nada tengo, nada soy

a ti entero me debo

y a ti entero me entrego.

Ahora igual que antes,

cuando tanto disfrutamos,

cuando tanto padecimos,

siempre pendientes de ver esa luz

que al final no se mostró

y nos separó por siempre.

Mas aquí me encuentro ahora

como antes,

como entonces,

como si nada se hubiera

interpuesto en nuestras vidas.

¡Es tanto lo que te amo!

¡Estoy tan convencido del reencuentro!

 

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In memoriam

(Sor Elvira)

 

Caminando lentamente

con la cabeza agachada,

portaba serenamente

una vida consagrada.

Su semilla la ha esparcido

por éste y aquél continente,

y su vida la ha vivido

entregada a mucha gente.

Así derramó su amor

junto al pueblo deprimido,

en donde abunda el dolor

de aquél que nada ha tenido.

Apoyada en su humildad,

su frescura y su candor,

obró en la seguridad

de agradar a su Señor.

Siempre ofreciéndole el hombro

a aquél con necesidad,

que buscaba en el escombro

algo de felicidad.

¡Qué cosa, Señor, qué cosa!

era su frase de asombro,

su pisada silenciosa

con estos versos la alfombro.

Y ahora que ya reposa

en los brazos del Amado,

podrá disfrutar gozosa

del descanso que ha ganado.

 

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Mayores
 

Tiene la cara cansada,
el alma…
ya ni la siente.
Es pesado el equipaje
que la vida ha ido acumulando
sobre ella.
Ahora, más que nunca,
necesita de la ayuda
de aquellos a los que tanto ayudó.
Pero seremos esquivos.
Buscaremos justificaciones inverosímiles.
Y ella,
con su cara cansada,
nos volverá a sonreír
desde lo más profundo de sus ojos,
que nos enseñan su alma,
dándonos a entender
que así es la vida;

mientras que nos recuerda,

sin decir una palabra,
que por nuestra puerta pasará
esto que ahora esquivamos

al verla.

 

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Decepción

 

¿Decepciones?

Quizás no.

Los que somos realistas

Solemos no decepcionarnos

Porque nunca esperamos

Aquello que tanto damos.

Me gusta pensar en los otros,

Prepararme para ellos,

Estar pendiente del detalle

Que les pudiera agradar.

Me gustaría aprender la lección

Que en tantas y tantas ocasiones

La vida me ha deparado,

Pero va en la condición

Y por mucho que uno quiera

La costumbre no se adquiere

A pesar de los pesares.

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Contigo

 

He vuelto a vivir contigo

En esta tarde de agosto

Las primaveras pasadas

Por senderos procelosos.

He vuelto a sentir de nuevo

Aquello que me enervaba

Lo que tu cuerpo pedía,

Lo que mi alma te daba.

He  vuelto, en fin te digo,

A sentirme tu persona

La misma que te venera,

Esa misma que te adora.

 

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La sencillez

 

La sencillez no tiene prisa;

El tiempo en nada le afecta;

Siempre está dispuesta,

Siempre está solícita,

La calma es su compañera:

Igual va que viene,

Sale que entra,

Espera que se inquieta,

Pero nunca mira el reloj;

Somos los otros,

Los altaneros,

Los que la invitamos a que nos abandone.

Y ella se va,

Y no dice nada,

Murmura para sí

Lo que no necesitamos oír

Pues lo tenemos más que asumido.

 

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Aniversario

 

De tus fuentes bebo

Cuando me siento sediento,

A tus ojos miro

Si aspiro mirar al cielo,

Cuando no quiero perderme

Siempre busco tu consejo

Al igual que de muchacho

Ahora que soy vino añejo.

Cuando el invierno se acerca

Casi nada echo de menos

Porque te tuve a mi lado

Porque a mi lado te tengo,

Y si en verano te amé…

Cuánto más ahora te quiero

 

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Tres en uno

 

Suave y frágil

Como pétalo de evanescente rosa;

Aguda y cruel

Cual espina protectora.

Así es ella,

Así me enloquece,

Así me hiere.

 *

Un mosquito en la pantalla

Me previene de sus compañeros

Que con saña se aplicarán

En las desnudas carnes de mi cuerpo trémulo.

Al poco se marcha

Y lo echo de menos.

Anhelaba su succión

Como el beso de la amada.

Quiero sufrir para purificar mi pecado,

Quiero vivir para sufrir por tu ausencia.

 *

El amor es el motor de la vida;

El sexo

Su lubricante.

 

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Secuencias

 

Dos,

Cuatro,

Seis;

Cifras pares de un inicio

Que te dicen que después

El ocho espera en el quicio.

 

Uno,

Tres,

Cinco y siete;

Son las impares que avisan

Que el nueve es el siguiente.

 

Niño,

Joven,

Hombre adulto;

Ya sabes que es lo que viene:

La vejez, la senectud,

Decrepitud…

Y la que en par o en impar

Siempre te espera

 

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Brevedad

1

¡Oh, Señor,

me faltan las fuerzas!

Pienso mientras trato de cargar

con el leño que tanto me pesa.

¡Mírame a mí

en mi trono!

Es tu sencilla respuesta.

2

Castiga todos tus huesos,

fustiga a tu corazón,

aprende de lo que hiciste.

Enseña

si aún te acuerdas

y comparte junto a ella,

a su lado,

el resurgir del amor.

3

Y cuando llegue mañana,

mañana será otro día

en el que vuelva a nacer

lo que sostiene esta vida,

esta vida sempiterna

de eterna monotonía,

mas es lo que hay, mi amigo,

es lo que hay, mi amiga.

 

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El papel de la mente o la mente de papel

 

Un día más ante el papel,

Tan blanco como la mente,

Tan vacío como la mente,

Tan insustancial como la mente,

Tan perdido como la mente,

Tan insoportable como la mente,

Tan indescifrable como la mente.

Tan añorado como la mente

Cuando ante un papel tan blanco

Era capaz de emerger,

De brotar,

De sacar al exterior

Lo que se hallaba guardado,

Lo que se quería decir,

Lo que daba satisfacción,

Banal,

Pero satisfacción, al fin y a la postre.

Así me encuentro hoy.

Hoy y ayer,

Y antes de ayer,

Y ...

No sabría decir desde cuando

Es mi mente este papel

Donde no puedo escribir.

 

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La oscuridad

 

Cuando todo se vuelve negro
la fluidez desaparece,
nada entra, nada sale.


Dejamos de ser nosotros
cuando nos sentimos inermes,
cuando estamos perdidos,
tratando de reencontrarnos
sin que hallemos la manera
de volver a lo que fuimos;
párpados cerrados
como cortinas espesas
te alejan del exterior,
las cuerdas de tu garganta
ni gritan, ni susurran, ni rasgan,
nada te llega al tímpano
que haga activar la cadena,
ni hueles, ni gustas, ni tactas,
y sobre todo te cierras,
te encierras en ti mismo
sin dar a la luz un triste pensamiento
que aporte sentido a tu vida.


Sin sentidos no hay plenitud
ni tan siquiera aproximación,
sólo existe la nada, el vacío,
la espesante oscuridad.

 

Lo presiento,
La noche ya está a mi lado,

Viene con pasos silentes.


Todo es oscuridad
A pesar de los focos de neón,
De las luciérnagas despistadas
Que se aproximan hasta casi rozarme
Con su incandescente fulgor de verano.
Mis ojos no quieren ver,
No quieren verte.
Todo se vuelve cordobán,
Más allá de lo inimaginable.
Sólo me salvaría
Volver a sentir el rayo de luz blanca
Que emite tu mirada
Cuando me imaginas.

 

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Al vino "Marno"

1 No sabría bien decir
Que me da mayor placer,
Si escribir estas cuartetas
O de este vino beber.

2 Si en las bodas de Caná
se sirvió vino del bueno,
en esta boda, mi hijo,
¿por qué habría de ser menos?

3 Dicen que en todas las bodas
Se suelen hacer regalos
Esto que llevas aquí
Nos lo dio el mismo dios Baco.

4 Bendición para los novios,
También a los invitados,
Y esta botella de vino
Es nuestro humilde regalo.

5 Su color, cercano al ámbar,
Su gusto, sabor serrano,
Se hizo con nuestro esfuerzo
Y el trabajo de las manos.

6 Como se mezclan las sangres
también se mezclan las uvas,
y el producto resultante
¡cuánto placer te procuran!

7 De la Alpujarra ha llegado
Por tortuosos caminos
Con el único propósito
De alegrar a un buen amigo.

8 Si bien lo sabes beber:
"¡Bebe vino, buen amigo!
Que el vino que no se bebe
Es como el tiempo perdido."

9 Este vino que te llevas
De nuestra celebración
Que sirva para alegrarte
Un poquito el corazón.

10. El trago que sea corto,
Bien reposado y solemne,
Pues mejor se saborea
El vino que así se bebe.

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