AUNQUE SÓLO SEA POR ESO.

  

 
Por ser plural y diversa. Por no tener un caudillo. Por tener acentos varios. Por no defender la guerra. Por no culpar siempre al otro. Por reconocer sus culpas. Por no tener la verdad. Por tantas veces dudar. Aunque sólo sea por eso, mi corazón es de izquierda.

Por aún tener memoria. Por no guardar los papeles hasta que les interesa. Por no mantener cadáveres hasta el momento preciso. Por no usar información cuando más daño hace al otro. Por no utilizar a los muertos en un beneficio propio. Aunque sólo sea por eso, mi apoyo es para la izquierda.

Por equivocarse tanto. Por no ser fundamentalista. Por ser tan poco perfecta. Por andar desaliñada. Por usar colonia splash y también eau de toilet. Aunque sólo sea por eso, qué bien me cae la izquierda.

Por permitir discrepar. Por no creerse mejor. Por no creerse peor. Por abrir los oídos a las propuestas de otros. Por no descalificar al contrario sistemáticamente. Por no usar el insulto como único argumento. Por franquear las puertas al diálogo. Por propiciar el debate. Por pactar con los demás. Aunque sólo sea por eso, me gusta a mí más la izquierda

Por primar la escuela pública. Por sanidad para todos. Por propiciar la cultura y querer investigar. Por defender a los más, frente a la ambición de los menos. Por hacer lo que otros nunca se atreven a hacer, llámese reconversión o no salir de la OTAN. Por parar la involución cuando la alientan aquellos. Aunque sólo sea por eso, me encuentro bien en la izquierda.

Por tener ideología. Por creer en la utopía. Por defender lo perdido. Por no buscar la unanimidad. Porque sé que no son todos. Por pura contradicción. Porque ya tengo unos años. Aunque sólo sea por eso, me equivoco con la izquierda.

Por no contar en sus filas con intelectos sublimes,  ni con Aznar ni Rajoy, ni con Cascos ni Mayor, ni con la señora Palacio ni con el señor Cañete, ni con Zaplana ni Arenas, ni con la Teo ni el Sanz, ni con don Manuel Fraga Iribarne. Aunque sólo sea por eso, bien me parece la izquierda.

Y a pesar de los pesares, de los Tamayos y los Gals, de Roldanes y Filesas, lo venido y por venir, de no tener un buen líder, de los tantos tribunales y agencias tributarias, de que se desmiembre España, de que la abuelita se coma al lobo malvado, de que venga otro diluvio, y ya no sé de qué más... Incluso a pesar de eso, porque yo nunca razono y porque soy visceral, mi voto será de izquierda. 

Teodoro Martín de  Molina. Enero-2004.