Teodoro Martín de Molina

 

 “BOQUERONES DE RAMBLA”

 

Ya que Pitres con herpiles

no pudo subirse el mar,

alrededor de las ramblas,

nos dio por imaginar

que “pa” pescar boquerones

solo había que lanzar

las redes en nuestros huertos,

que alguno ya picará.

Picaron calabacines,

berenjenas a ”esportás”,

y unas pocas habichuelas

que fritas muy bien están

igual que los boquerones

de mi Málaga natal.

 

“A falta de pan, buenas son tortas”, un nuevo refrán popular que aquí nos encaja la “mar” de bien.

 

Limpiamos unas habichuelas y se ponen a cocer durante unos veinte minutos, que estén algo “ronchonas” (al dente que diríamos con las pastas), mejor que demasiado cocidas. Las dejamos en un escurridor hasta que estén frías.

En un plato o bol colocamos harina de trigo y le añadimos la cantidad suficiente de agua fría hasta que se forme una masilla en la que podamos rebozar las habichuelas. Le añadimos un poquito de sal, la yema de un huevo y, opcionalmente, picados muy finos, un diente de ajo y un manojito de perejil.

En una sartén habremos puesto abundante aceite de oliva a calentar. Antes de que empiece a humear, comenzamos a pasar una a una las habichuelas por la gacholeta y las freímos el tiempo suficiente para que se dore la masa. Se sacan con una espumadera y se ponen en un plato o fuente con papel absorbente.

Se sirven solas o acompañadas de alguna salsa, mayonesa, alioli o vinagreta.

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