El último capítulo

  

Estaba leyendo el último capítulo del libro que traía entre manos. No oyó el timbre, tampoco el típico chirrido del gozne superior de la puerta de entrada, pendiente de lubricación. Pero allí estaba, delante de él con las manos extendidas.

El las asió, en un primer momento con cierta timidez pero después con todas sus fuerzas, y siguió sus pasos sin hacer pregunta alguna.  

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