sainete de portería

(diario de un voluntario )

fragmentos  

...

Recitante 1:

“ Para alivio de mis males

Dios me dio a mí una tortola,

que cuando le pego ríe

y si la acaricio llora.”

Voluntario/a:

 Como ven, las tortolicas

son igual que cualquier ser:

le hagas lo que le hagas

nunca les parece bien.

 Recitante 2:

“Al cura de mi lugar

se le ha roto la sotana,

y quiere que se la cosa,

y a mí no me da la gana.”

Voluntario/a:

Vamos, vamos, padre cura

cómo puede usted querer

que en estos tiempos que corren

me ponga yo aquí a coser.

Recitante 1:

“Suspiritos menuditos

salen de mi pecho ardiente,

y se van a descansar

donde está mi pretendiente.”

Voluntario/a:

¡Ole, mi niña bonita,

ole con ole y olé,

ésa sí es la Mari Gracia

que todos queremos ver!

Recitante 2:

“Ay, mi madre,

que me mandó por aceite

y yo le traje vinagre.”

Voluntario/a:

¿Pero cómo Mari Gracia

eso pudiste tú hacer

con la falta que nos hace

tomar el Omega tres?

 

Y así pasamos el rato

entre vete, vuelve y ven,

o cantando alguna copla

de la Reina o Marifé,

que ahora “Mi niña Lola”,

y otra cualquiera después.

Cuando me abre sus ojillos

se me acaba a mí el stress...

...

Voluntario/a:

 ─Buenos días, Hermanitas,

¿en qué le puedo valer?

¿Que si esta residencia

pertenece a una ONG?

Es una congregación

cobijada en San José,

que se dedica a la gente

que tienen menos parné,

si a eso se puede llamar

lo que se dice ONG,

pues no depende de nadie,

pues, entonces, sí que lo es.

Pero en el sentido estricto

no se le puede tener

pues pertenece a la iglesia

y en Cristo tienen su fe.

¿Quiere que le siga hablando

de todo lo que yo sé

sobre el origen y el cómo

aquí se suele atender

a aquellos que tienen menos

o que pasan hambre y sed?

Ah, que sólo era una encuesta

del  grupo de Sigma Tres,

pues pregunte en otra parte

que no hay tiempo que perder.

Buenos días, buen señor,

y que usted lo pase bien.

 

Mire que sólo para esto

te tengan que entretener,

con la de cosas que tengo

todavía por hacer:

Sor Teresa me dejó,

creo que hace más de un mes,

cuatro cajas de almanaques

a los que el sello poner,

y Paqui, por otro lado,

me termina de traer

no sé cuánta calderilla

para empaquetarla bien,

y también más de mil folios

para que un corte les dé

y los parta por mitad

para poder disponer

de cuartillas más baratas

que las que suelen vender....