LA LIEBRE Y LA TORTUGA


Una liebre muy contenta

Con su figura galana

Se encontró a una tortuga

Cuando por el bosque andaba.

   La miró de arriba abajo

Y riéndose con ganas

Le habló de su lentitud

Y de sus pequeñas patas.

   -Puede que seas veloz

-dijo la tortuga enana-

Pero si echamos carrera

Veremos a ver quién gana.

   La liebre tan engreída

Sólo pensaba en ganarla

Y propuso que la zorra

El circuito señalara.

   Una vez llegado el día

Las dos están preparadas

Y a la señal convenida

A correr comienzan ambas.

   Sin dejar de caminar

Nuestra tortuga avanzaba,

La liebre se echó a dormir

Confiando en su zancada

Y cuando se despertó

Comprobó muy asombrada

Que la pequeña tortuga

La meta la traspasaba.

   Aunque parezcamos lentos

Si tenemos confianza

Bien podemos conseguir

Las más hermosas hazañas


Teodoro Martín de Molina.
 OCTUBRE 2012