INTRODUCCIÓN

A los grandes y pequeños,
para que tengan en cuenta
que con cuentos y canciones
también se aprende en la escuela.


Para oír hoy las noticias
Muchos medios ya tenemos:
La radio, el televisor

Y periódicos muy buenos.

Mas hace ya muchos años,
Allá en los tiempos primeros,
Que ninguno de estos medios
Por entonces existieron;
Si se querían contar
Los hechos que sucedieron
Se recurría al juglar
Y a todo su cancionero.
No había un telediario,
Ni locutor reportero,
Para contar lo ocurrido
Se iba de pueblo en pueblo.
En las plazas se cantaban
Las hazañas del guerrero,
Los amores del marqués,
La venganza de don Mendo.
Hasta lo más increíble
Pasaba por verdadero.
El juglar era un cantor,
No un periodista moderno,
Que al terminar su canción
Espera coger dinero,
Y si eso no es posible
Algún producto del huerto.
Por unos maravedíes,
Que han echado en su pañuelo,
Pone al día al personal
De lo que pasa en el reino.

El vulgo que ya lo ha oído
Se marcha de allí contento
Con la canción aprendida
Para contarla a sus nietos.
Así de padres a hijos
Se van contando los hechos
Que fue la forma primera
De transmitir los sucesos.
A lo largo de la historia
Muchos hechos sucedieron,
Que uno tras otro juntos
Forman nuestro romancero.
Es la transmisión oral
De los libros el primero,
Que antes... no había libros
En los que leer los cuentos,
Y escaseaba el papel,
La tinta y hasta el tintero;
No existía el ordenador,
Ni el internet puñetero,
Que todo se transmitía
Solamente por el verbo.
Por eso amigo lector
Con estas líneas pretendo
Que te animes a leer,
A leer el romancero,
Una forma muy bonita
De pasar un rato bueno,
Y antes que llegues a él
Puedes leer estos cuentos,
Y si no sabes leer:
¡Qué te los lea tu abuelo!


CAPERUCITA
               EL GATO CON BOTAS
     EL GATO Y LA ZORRA     LA LIEBRE Y LA TORTUGA