Para oír hoy las
noticias 
             Muchos medios ya tenemos: 
             La radio, el televisor  
		  Y periódicos muy buenos. 
		
			  Mas hace ya muchos años, 
             Allá en los tiempos primeros, 
             Que ninguno de estos medios 
             Por entonces existieron; 
             Si se querían contar  
             Los hechos que sucedieron 
             Se recurría al juglar 
             Y a todo su cancionero. 
             No había un telediario, 
             Ni locutor reportero, 
             Para contar lo ocurrido 
             Se iba de pueblo en pueblo. 
             En las plazas se cantaban 
             Las hazañas del guerrero, 
           Los amores del marqués, 
             La venganza de don Mendo. 
           	Hasta lo más 
  increíble 
             Pasaba por verdadero. 
             El juglar era un cantor, 
             No un periodista moderno, 
             Que al terminar su canción 
             Espera coger dinero, 
             Y si eso no es posible 
             Algún producto del huerto. 
             Por unos maravedíes, 
             Que han echado en su pañuelo, 
             Pone al día al personal 
             De lo que pasa en el reino. 
             
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			 El vulgo que ya lo ha oído 
       Se marcha de allí contento 
       Con la canción aprendida 
       Para contarla a sus nietos. 
       Así de padres a hijos 
       Se van contando los hechos 
       Que fue la forma primera 
       De transmitir los sucesos. 
       A lo largo de la historia 
       Muchos hechos sucedieron, 
       Que uno tras otro juntos 
       Forman nuestro romancero. 
       Es la transmisión oral 
       De los libros el primero, 
       Que antes... no había libros 
       En los que leer los cuentos, 
       Y escaseaba el papel, 
       La tinta y hasta el tintero; 
       No existía el ordenador, 
       Ni el internet puñetero, 
       Que todo se transmitía 
       Solamente por el verbo. 
             Por eso amigo lector 
       Con estas líneas pretendo 
       Que te animes a leer, 
       A leer el romancero, 
       Una forma muy bonita 
       De pasar un rato bueno, 
       Y antes que llegues a él 
       Puedes leer estos cuentos, 
       Y si no sabes leer: 
     ¡Qué te los lea tu abuelo! 
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